EL BAMBÚ.
El bambú es una planta tropical de tallo en forma de caña, alta, leñosa y resistente, con hojas grandes y alargadas de color verde claro y flores en panojas derechas. En los bambúes gigantes podemos encontrar ejemplares que alcanzan entre los 10 y 30 m de altura, mientras que otros llegan a alcanzar alturas de 40-45 metros, como es la especie Dendrocalamus giganteus, en la India. Los bambúes pueden ser cespitosos, trepadores, herbáceos o leñosos, siendo estos dos últimos grupos botánicos los principales atendiendo a su anatomía y a su patrón de crecimiento.
El bambú es una planta gramínea como el arroz, el maíz y la caña de azúcar. Sin embargo, la lignina de su tejido se convierte, después de unos años, en una estructura dura, como la madera, pero más flexible y ligera. La madera y los bambúes leñosos poseen ciertas similitudes en su composición química. No obstante, su anatomía, morfología, estructura, crecimiento y por lo tanto sus propiedades mecánicas son diferentes.
Existen alrededor de 1.600 especies y entre 75 y 118 géneros distintos de bambú. La mayor parte de los bambúes crecen en zonas cálidas, con suelos arcillosos húmedos, arenosos o francoarenosos y habitualmente con un contenido de humedad relativa en el aire de 80%. Estas condiciones provocan que se desarrollen de forma silvestre en todos los continentes, excepto en Europa, incluso en regiones polares como la Antártida.
Mapa distribución del bambú en el mundo. Fuente: Jaime Baladrón Laborda.
Como la madera, el bambú es un recurso natural, sin embargo, esta planta es autorrenovable, es decir, que en las explotaciones agroforestales no es necesario realizar replantaciones, ya que resurgen nuevos brotes cada vez que se tala alguna de sus cañas. Otros de los aspectos medioambientales de los cuales nos podemos beneficiar usando ambos materiales de construcción son: la disminución de la erosión del suelo, la fijación de CO2, su baja huella de carbono y la regulación hídrica del terreno.
¿POR QUÉ USAR BAMBÚ?
Algunas de las ventajas que podemos encontrar en este material tanto a nivel económico, social y medioambiental, ya las conocemos a través de la madera. Alrededor de 5.400 millones de personas viven en una zona donde el bambú crece de forma silvestre, por lo que su cultivo y la producción de materias primas y/o productos derivados de él, serán un factor clave durante las próximas décadas en el desarrollo de los países más desfavorecidos.
En comparación con los materiales convencionales de la construcción, el uso de esta planta reduce en gran medida los costes de producción. Se trata de una alternativa rentable, en la cual su aprovechamiento y transformación, generalmente, se realiza de manera fácil y sencilla.
Es un excelente material constructivo, muy ligero y por regla general, con mayor resistencia a flexión, a tracción y a compresión que la madera. No obstante, el bambú tiene un gran problema en relación con la madera, el aplastamiento de la fibra. Al tratarse de un material no ortótropo, que disponga de fibras radiales, cuando se aplican esfuerzos perpendiculares a su dirección o eje de crecimiento la pieza no responde favorablemente. Posee un buen comportamiento sismo-resistente y su coste es mucho más asequible que otros materiales de construcción. En términos de productividad, uno de los aspectos más positivos es que en 4/6 años alcanza su madurez, lo que significa que está listo para cortar. Esto, acompañado de más de cinco mil usos registrados, lo convierten en una acertada posibilidad como material constructivo en esta industria.
Además, si a todo esto lo acompañamos con una gestión forestal sostenible conseguimos los mismos aspectos sociales que con la madera: fortaleciendo la creación de empleo, el arraigo a lo rural, el cuidado de estas áreas y sus tradiciones culturales, así como el enriquecimiento de los municipios forestales. En este sentido, en América del Sur y Asia, ya existen varios países que cuentan con explotaciones de bambú certificadas por el sello FSC.
PARTES Y USO DEL BAMBÚ.
Partes y usos del bambú. Fuente: Lucila Aguila. Manual de construcción con Bambú. Cali, Colombia: Merlín. P 7.
“Culmo: Tallo herbáceo articulado, propio de las gramíneas. Está claramente dividido en nodos y entrenudos. De los nudos comienzan las hojas. Los entrenudos están muy cerca de la base de la culminación y deben espaciarse al alejarse del suelo, esto se debe a que el mecanismo primario de crecimiento de la planta se basa precisamente en el crecimiento de los nodos y la consecuente desaparición de los entrenudos. “
Esto se debe a que, a diferencia de la madera, el bambú solo cuenta con un crecimiento primario vertical, lo que se conoce como crecimiento telescópico (algo así como si desplegáramos las diferentes secciones o partes de un catalejo). Es decir, que mientras los árboles cuentan con un crecimiento vertical y otro horizontal (el conocido como crecimiento secundario o crecimiento anular / radial), que permite un engrosamiento paulatino del tronco, el bambú solo puede crecer en una dirección y cada culmo brota desde el primer momento con el diámetro definitivo que tendrá la caña lo largo de toda su vida.
CONOCIMIENTO DEL MATERIAL.
Con la madera sabemos que para establecer y efectuar un buen uso del material, necesitamos conocer su naturaleza, características y comportamiento, a través de su especie, género y su entorno. Exactamente lo mismo le sucede a este material de origen natural.
Para poder conseguir que el bambú se desarrolle en un clima templado de tipo mediterráneo, como el de nuestro país, y alcance, algún día, la misma resistencia que sus semejantes americanos o asiáticos, deberán pasar aún muchos años de investigación, prueba y error.
En cualquier caso, a partir de la experiencia acumulada en pequeños bambusales asilvestrados dispersos por la Península Ibérica, así como a través de plantaciones controladas (como la existente en la costa Valenciana, destinada a biomasa, o las presentes en los campos de experimentación de la Universidad de Granada) se va investigando, poco a poco, el desarrollo y adaptación de diversas especies leñosas de bambú a nuestra geografía y zona climática.
En el próximo artículo veremos cómo y cuándo realizar correctamente el corte de esta planta, así como su preservación, su blanqueamiento y secado.
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AGRADECIMIENTOS
Jaime Baladrón Laborda. Arquitecto especializado en Construcción y Sostenibilidad.
Muchas gracias.
Toca Madera · Irene Jimeno
3 thoughts on “CONSTRUCCIÓN CON BAMBÚ I”