En la actualidad, muchas personas creen que trabajar con madera exterior es una lotería, ya que el éxito de la durabilidad de este material depende de forma azarosa de distintos factores; de si se encuentra muy expuesta al deterioro del agua, si nos gastamos mucho dinero en protectores caros, o en maderas tropicales, o si le atacan agentes patógenos.
Prueba de la desconfianza existente en la utilización de este material en el exterior, son algunos de los comentarios que nos podemos encontrar las personas que nos movemos en el mundo de la madera:
-¿Se puede construir con madera en el exterior?
-¿Solo se puede utilizar madera en lugares donde no llueva o nieve mucho?
-¿Cuánto dinero tengo que gastar en protectores?
– ¿Se tiene que reponer en dos o tres años?
Antes de tratar este tema de forma más teórica, o con los propios tips de diseño, me gustaría hacer una serie de preguntas, para comenzar a adaptar nuestra mente al post de hoy.
¿Qué clase de magia hacen en Europa central o en los países nórdicos para mantener la madera exterior, ya sea en sus cubiertas o balcones?
¿Cuántos protectores caros pensáis que han usado en esta pagoda, récord Guinness como la edificación de madera más antigua del mundo?
¿Cuántas veces  pensáis que han cambiado la madera de esta casa, considerada una de las más antiguas del mundo?
Todas estas preguntas se responden con una palabra: conocimiento, conocimiento de la madera, de sus virtudes y sus defectos.
La madera es un material que funciona perfectamente en el interior de las edificaciones, sin embargo, en el exterior tiene un gran problema: la humedad, ya sea del ambiente o del agua de lluvia. Este factor climático puede dañar directamente el material, o lo que es peor facilitar la existencia de agentes xilófagos, ya que la mayoría de ellos se alimentan de madera húmeda.
Como vimos en la entrada anterior, ni todas las maderas son iguales, ni todos sus cortes se comportan de la misma manera, por ello vamos a realizar una breve introducción en cuanto a la durabilidad de la madera.
La durabilidad de la madera es diferente según se trate de albura o de duramen. El duramen se caracteriza por una mayor densidad, la cual le confiere una mayor resistencia a los ataques de agente xilófagos. Sin embargo, este factor es contraproducente desde el punto de vista de los tratamientos físicos de la madera, ya que al poseer mayor densidad es más difícil de tratar que la albura, además en muchos casos no es posible distinguir claramente la albura del duramen. Teniendo en cuenta que cada madera pose unas propiedades diferentes, la norma UNE EN 350-2Durabilidad de la madera y de los materiales derivados de la madera. Durabilidad natural de la madera maciza. Parte 2: Guía de la durabilidad natural y de la impregnabilidad de especies de madera seleccionadas por su importancia en Europa.”, establece unas clases de impregnación y de durabilidad natural frente a los diferentes tipos de agentes xilófagos. La durabilidad natural es la resistencia intrínseca de la madera frente a los agentes destructores.
Si conocemos el entorno en el que se va a desarrollar el proyecto y el tipo de madera que se va a utilizar, sabremos aproximadamente la durabilidad de dicha madera y la posibilidad de impregnación de la misma.
Sin embargo, complementando la elección de la madera según la clase de servicio a la que se exponga el proyecto, se pueden tomar medidas preventivas de diseño, tips, que favorezcan la durabilidad de la madera exterior.
 Uno de los puntos más importantes de diseño constructivo de madera exterior es la separación de esta respecto del suelo, en definitiva. Antiguamente se hacía colocando basamentos de piedras sobre los que se colocaban los pilares de madera. En la actualidad se usan pies de pilares metálicos, a los cuales se atornilla el pilar de madera, estos pueden ser regulables, y existen distintos modelos. Además de separar la madera del suelo, para frenar la capilaridad, es conveniente que no salpique el agua de lluvia una vez que toca el suelo, por ello se recomienda disponer una fina capa de grava en estas zonas próximas al arranque del pilar.
Otra medida de diseño complementaria a la anterior, es el uso de goterón, para que el agua no resbale por toda la pieza de madera. El goterón se realiza mediante un pequeño rebaje próximo a la zona de contacto exterior.
Continuando con la evacuación del agua, otra medida de actuación muy sencilla y que además reduce el impacto directo del agua de lluvia, es biselar las testas con una determinada inclinación, disminuyendo así el tiempo de evacuación del agua, que a su vez será menor, ya que parte de la pieza queda resguardada.
Haciendo más hincapié en la protección de las testas, normalmente se disponen piezas de sacrificio, las cuales sufren los fenómenos meteorológicos. Estas piezas son de gran utilidad ya que su colocación, mantenimiento y reparación son fáciles y rápidas. Se atornillan sobre unos pequeños rastreles, colocados en la dirección de evacuación del agua de lluvia, impidiendo así, que se pueda retener el agua en caso de colarse entre los rastreles, además de ventilar correctamente la madera húmeda.
Otro elemento constructivo que ayuda a minimizar el efecto producido por el agua de lluvia no sólo de manera individual, sino a gran escala, es el alero, de gran importancia en las construcciones antiguas de madera y al cual, hoy en día no se le da la misma importancia. Con un buen alero se consigue resguardar las piezas inferiores de madera.
Si nos centramos en la ejecución de la obra, tendremos en cuenta la transcendencia de colocar adecuadamente los tornillos, especialmente en exteriores. Los tornillos deben quedar enrasados con la superficie atornillada, formando parte de ella, de tal manera que ni sobresalgan ni se hunda sin tener recubrimiento hasta el enrase, formando espacios donde se pueda estancar del agua de lluvia.
Recopilando el desarrollo de esta entrada, llegamos a la conclusión de que es posible la utilización de la madera exterior, teniendo en cuenta la adecuada elección y utilización  del tipo de madera en función de su ubicación, además el comportamiento y mantenimiento de dicho proyecto puede mejorarse mediante un correcto diseño constructivo, que permita la evacuación del agua y ventilación de la madera húmeda.
“Unos cuantos amamos y sentimos la arquitectura simple, a la que nos ha costado mucho llegar, porque se llega a ella solamente con mucho sacrificio y disciplina.”

Alejandro de la Sota.

Muchas gracias.

Toca Madera·Irene Jimeno

FUENTES BIBLIOGRÁFICAS.

UNE EN 335: Definición de las clases de riesgo de ataque biológico.
UNE EN 350: Guía de la durabilidad natural e impregnabilidad de la madera.
UNE EN 351: Clasificación de las penetraciones y retenciones de los productos protectores.
UNE EN 599: Características de los productos de protección de la madera establecidas mediante ensayos biológicos.
UNE 56-416: Protección de maderas. Métodos de tratamiento.
UNE 56-414: Clasificación de los protectores biocidas, atendiendo a su naturaleza.
UNE 56-400: Protección de la madera. Terminología.
UNE EN 927: Materiales de recubrimiento y sistemas de recubrimiento para madera exterior.