Esta publicación trata un tema muy a la orden del día, por el título del mismo os podéis imaginar que está relacionado con los incendios, de especial presencia e importancia en esta época del año.
Es habitual encontrarse titulares sobre incendios en los diferentes medios de comunicación del mundo, generalmente contados como un hecho catastrófico, intencionado y sin control.
“El último gran incendio en California, sin final a la vista.elPeriódico. 29 Jul.18
“Dramáticas imágenes de las víctimas de los incendios de Grecia: refugiadas en el agua para escapar de las llamas.laSexta. 29 Jul.18
“El terrorismo incendiario golpea el Sur de Galicia.”La Opinión A Coruña. 15 Oct.17
“La carretera de Portugal que se convirtió en una ratonera mortal.ABC Internacional. 19.Jun.17
“Cronología de la catástrofe: Cómo se quemaron 250 mil hectáreas en Chile en sólo 5 días.”Emol. Noticias. 27 Ene.17
Incendios descontrolados devastan el sur de Australia.”Noticias RCN. 4 Ene. 15
“Una imprudencia desata la tragedia.11 muertos en un incendio forestal que arrasa miles de hectáreas en Guadalajara.”EL PAÍS. 18 Jul.05
Es verdad que un incendio es una catástrofe natural, que destruye y altera el ecosistema, es verdad que la mayoría de las veces se produce directa o indirectamente por la acción del ser humano, y es verdad que muchas veces por las condiciones climáticas o del lugar es muy difícil su control. Sin embargo, existen medios de prevención, de control y de gestión para que el efecto producido por el incendio sea menor o casi inexistente. Estos medios de prevención se resumen en una palabra: silvicultura, cultivo de los bosques y montes.
La mayoría de los incendios se producen en los meses de verano, cuando las temperaturas son más altas, y los campos y bosques están más secos; ahora bien, ¿qué ocurre en estos campos y bosques en el resto de meses?.
Aunque este tema es muy extenso y podría haber varias entradas sobre ello, voy a hacer una breve introducción sobre la actividad racional que debería desarrollarse en los montes y bosques en el resto del año. Digo que se debería, porque en muchos lugares por motivos de propiedad o de financiación no se llevan a cabo, y es uno de los principales motivos por el cual los incendios no son fácilmente controlables y arrasan muchas superficies.
La silvicultura es el tratamiento racional de los montes para obtener un conjunto de beneficios directos e indirectos. En la silvicultura deben converger principios de ecología, gestión y aspectos sociales y económicos. Dentro de este tratamiento racional se encuentran actividades regulares que afectan tanto a las propiedades mecánicas de la madera como a la prevención y control de los incendios.
Algunas de estas actividades pueden ser la plantación planificada, la baja poda, los clareos, la reducción de densidad de arbolado, las cortas de regeneración, los turnos, las alternancias con prados de pasto y el descanso de los montes entre otras.
Al tener una plantación planificada, sin extinguir u olvidar los bosques silvestres, se consigue el resto de puntos, ya que dentro de esta planificación se establecen áreas de descanso o alternancia de cultivo, que actúan como cortafuegos naturales o zonas de actuación de los medios de extinción de incendios, además de los propios cortafuegos planificados. Dentro de esta planificación se programan clareos, cortas, radios de plantación que limpian las zonas próximas al suelo y separan más los árboles entre sí, ralentizando la propagación del fuego, o no favoreciendo el comienzo del mismo , permitiendo más fácilmente la intervención de los medios de extinción. Además, la plantación planificada planea un plan de regeneración o corta en turnos, que permite el aprovechamiento de los montes, su limpieza y descanso favoreciendo que el suelo de estas plantaciones esté menos castigado por las sequías y suciedad vegetal.
Todas estas medidas y muchas otras, como los índices de selección, mejoran las propiedades mecánicas de la madera estructural en cuanto a su rectitud, diámetro, madera limpia de nudos, tensiones en la madera, desviación de la fibra o bolsas de resinas entre otras. Al tener una planificación en los bosques de plantación se consigue obtener unos árboles de mayor diámetro, ya que la densidad de plantación es menor y el espacio de crecimiento mayor. Además, la madera que se obtiene es más limpia y recta, porque mediante la poda y clara, se eliminan las ramas inferiores que originan nudos en la madera estructural y al cortar en crecimiento horizontal, se favorece el crecimiento vertical, cuidando el espacio libre en esta dirección.
Para finalizar, me gustaría enfatizar en la importancia que tiene el cuidado de nuestros montes y bosques en los meses restantes a las épocas de peligro de incendios. Para ello, es necesario disponer de cierta financiación que cubra estas tareas de mantenimiento y gestión, además de personal cualificado que tenga criterio para tomar decisiones de planificación previas y durante las labores de selvicultura. La corta y plantación gestionada con criterio ecológico y sostenible ayuda a la conservación de estos espacios naturales, que aprovechan el producto extraído de estas actividades y previenen y preparan el entorno para una situación catastrófica, como puede ser un incendio, independientemente de sus causas de origen.
Por ello, me gustaría hacer un llamamiento de unidad, a todas las personas y colectivos que les interese el medio ambiente y los lugares que nos rodean, para que colaboren en el desarrollo de un plan de gestión de los montes y bosques para prevenir e intervenir en esta serie de catástrofes antes de que tengamos que lamentar hechos irreversibles.
Muchas gracias.

Toca Madera·Irene Jimeno

FUENTES BIBLIOGRÁFICAS.

www.fao.org
Rigueiro.A. Bosques y producción de madera. Lugo.
Lozano.Fco.C. (2017). Gestión de montes.Ed. Síntesis, Madrid.